Desatando
Nuestra Red no es una iglesia celular, es una Red de iglesias células expresadas en grupos familiares, los cuales juegan un papel determinante para cumplir nuestra visión y alcanzar nuestro destino. Por medio de los Eventos DESATANDO Dios nos ha dado una visión agresiva, de avance, de fuerza, de conquista y de poder sobrenatural con el propósito específico de traer un avivamiento al norte de los Estados Unidos. Usaremos el norte de los Estados Unidos como plataforma de lanzamiento global, predicando el evangelio del reino, por las casas, las comunidades y a las naciones.
Por medio de los Eventos DESATANDO tenemos el propósito de llevar el evangelio de Cristo donde la gente vive, trabaja y se desarrolla con un enfoque misionero de amor hacia los perdidos. El propósito es tomar una ciudad a la vez, una casa a la vez y a las naciones. Los Eventos DESATANDO crean una atmosfera de transformación del corazón para ver el fuego del Espíritu Santo ardiendo como una antorcha que alumbre en lugar obscuro hasta que la luz de Cristo resplandezca en los corazones de los que se exponen al mensaje del evangelio.
Corazón expresión hebrea “leb”: Termino que se usa figuradamente en las Escrituras para designar el centro o foco de la vida, la totalidad o la esencia de todas las cosas o actividades. En particular se refiere al centro de la personalidad del hombre en la antigüedad descrita en el Antiguo Testamento. Carácter, personalidad, voluntad y mente son términos modernos para hablar de corazón hoy descrito en el Nuevo Testamento.
Un corazón enfermo es preocupación de todo medico, y cardiólogo hoy tanto como lo fue ayer. Ya que es una de las principales causas de muerte por causa de stress y otras enfermedades. Nosotros como iglesia nos hemos propuesto el hacer de cada hombre y mujer un discípulo de Cristo con un corazón sano. La Biblia se ocupa del corazón como el sitio de la actividad y la actitud moral, ética y espiritual más que del órgano físico en si. Muchas veces la palabra “leb” se traduce como mente, así como por corazón y aparece 850 veces en el A.T.
Fuente de los motivos, de las pasiones y procesos mentales. Jr 17:9
Fuente de sabiduría y emociones. Pr 2:10
Fuente de voluntad deseo y fuerzas. Dt. 6:5
Fuente de revelación de las apariencias externas. 1 S 16:7
Fuente de comportamiento de los hombres. Dt. 5:29
Ex 15:2626 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Dios nos ha llamado a predicar un mensaje radical, transformador y del reino. Un mensaje con una unción paternal, de presencia y de poder fundamentados en la Palabra de Dios. La pasión y el fuego en cada mensaje y predicación se alimentan de la visión dada por Dios a nuestra iglesia y a nuestra comunidad; un poder que no se agota; ya que es el poder ilimitado del Espíritu Santo. Cada predicación está cargada de principios prácticos que imparten la presencia y persona de Jesucristo para provocar un cambio de vida y el arrepentimiento, respaldado por la convicción de cambio frente a la realidad del reino.
Estamos en los tiempos de la restauración de todas las cosas, de la restauración del Tabernáculo caído de David. Creemos que por medio de la adoración el pueblo es liberado, equipado y trasformado. Cada acto de alabanza es al mismo tiempo una acción de declaración profética en contra de todo principado y potestad. La adoración en cada iglesia tiene que ser una oportunidad para que jóvenes, ancianos y niños adoren al Señor juntamente y en armonía. La adoración prepara la dura tierra de nuestros corazones para recibir el alimento espiritual de la Palabra de Dios. La iglesia, en coordinación con sus ministros de alabanza, tiene que asegurarse de que las alabanzas ministradas al pueblo no respondan solamente a la necesidad personal y a las frustraciones, conflictos y situaciones de la vida cristiana de la iglesia. Necesitamos alabanzas poderosas que nos lleven a conocer más a Jesús; queremos enfocarnos en quien es Jesús, qué tiene para nosotros y sobre todo en traer su reino a la tierra. Por tanto, hay que enfocarse más en alabanzas que exalten su Nombre, que le adoren por quien Dios es. En pocas palabras, alabanzas que nos lleven a cambiar el socórreme, lléname, bendíceme; por te busco, te adoro, levanto mis manos a ti, te alabo por quien eres, por los que has hecho, etc. En fin, crear balance moviéndonos de nosotros a Él.
Entre los retos más grandes para un pastor está el discipular a una congregación y alcanzar una comunidad, lo cual no es posible sin usar el poder de la Palabra en el Espíritu Santo para cambiar la mentalidad de la gente. En Fuente de Avivamiento formamos discípulos radicales con la mentalidad del reino, corazón de guerrero y amigos del Espíritu Santo. La mentalidad de multiplicación tiene que ver con rompimiento de la mentalidad de limitación, escasez, pobreza y ruina. Somos una iglesia que planta otras iglesias, que tomamos bien en serio dar la gloria a Dios a través de llevar mucho fruto; ya que creemos que todo lo que tiene vida se multiplica, crece y se desarrolla para dar a luz los planes y las visiones de Dios.
Dentro del contexto en el cual vivimos para la comunidad hispana de Norte América, encontramos algunos patrones de pobreza que lejos de ayudar al pueblo a conquistar sus promesas los atan, dejándolos cansados y sin esperanza de prosperar. Muchas de nuestras naciones son inestables emocionalmente, no se comprometen con Dios con sus diezmos y ofrendas. La Biblia enseña que la honra a Dios nos alarga los días y nos bendice con paz y tranquilad financiera. Los pastores estamos llamados a dar los diezmos de los diezmos, ofrendas, primicias y semillas para ver a Dios plenamente manifestado. Dar abundante y generosamente es una de las acciones que más revela el corazón de los hombres. Dar constituye el tercer nivel de honra que es el más alto de todos, ya que el tiempo es dinero; y el tiempo es el bien más preciado que tenemos porque no se puede recuperar. Los hijos de Dios tenemos la responsabilidad de ser inversionistas del reino, de financiar los planes de Dios en la tierra. Así como los hijos de las tinieblas financian su propia destrucción, muerte y condenación; así los hijos de Dios tenemos que dar frutos y financiar su reino para testimonio de todos.