Somos un Movimiento Orgánico de Iglesias Multiplicadoras.
Somos un movimiento global orgánico carismático de plantación de iglesias multiplicadoras por medio de un diseño o patrón del cielo, para hacer avanzar el reino de Dios comenzando por nuestra casa, en los vecindarios, en las ciudades alcanzando y desatando a las naciones de la tierra:
- Buscamos responder a la insultante e inquietante ausencia de nuevas iglesias después de misiones, campañas, eventos, programas, y actividades evangelísticas donde hemos visto muchos salvos, pero pocos discípulos e iglesias plantadas.
- Buscamos crear un mega-impacto plantando miles de Iglesias de 30, 60 y 100 en lugar de mega-iglesias, basandonos en Marcos 4:20.
- Buscamos ser conocidos por la capacidad de gente enviada en lugar de por la capacidad de gente sentada.
- Buscamos intimidad con hombres y mujeres de reino, quienes viven bajo pacto en lugar de bajo coberturas humanas, para así generar una onda expansiva de Iglesias multiplicadoras que hacen discípulos de las naciones de la tierra.
Visión Oceánica
El manantial (célula) se convierte en río (Iglesia) después en mar (movimiento) y un océano poderoso (movimiento de Iglesias multiplicadoras).
“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.”
Habacuc 2:14
“Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.”
Habacuc 1:5
En el 2016 Dios nos habló de algo nuevo, inesperado, que desataría para el siglo 21 como el movimiento de “Los Discipulos de los últimos Días”. Después de 500 años de reforma, Dios está trayendo una reforma de la misión de la Iglesia, su naturaleza, estructura, discipulado y alcance. En los primeros 500 años de reforma, Dios vino con una restauración de los miembros del cuerpo, una gloria manifestada en ríos. Tipológicamente los ríos por definición tienen su cauce, su geografía, sus características particulares; de la misma manera los ríos que Dios estableció en los siglos pasados en movimientos de reino anteriores pueden ser identificados como: católicos, pentecostales, metodistas, bautistas etc. Ahora bien, cuando los ríos desembocan al mar se pierde su identidad para formar una sola identidad, lo que llamamos identidad “Oceánica”.
Entendemos que esta primera unción del cielo que venimos hablando fue para restaurar los miembros del cuerpo y como resultado vimos en estos 500 años una exaltación de miembros por encima del Cuerpo (Iglesia) que comenzó con Martin Lutero y muchos otros reformistas como John Wesley. Es decir, la restauración de “miembros” de los siglos pasados; y que continuo hasta el siglo XX estaba incompleta en término del propósito final “Restaurar el Cuerpo”. Es importante enfatizar, que Dios desató una primera unción a miembros del cuerpo de Cristo, que trajo restauración y crecimiento en los siglos pasados, pero como resultado tambien trajo un exaltación de miembros por encima del cuerpo. Sin embargo, ahora en el Siglo 21 Dios viene con una restauración corporal donde la atención no estará en las Águilas (miembros del cuerpo) sino en el Cuerpo. Como está escrito:
“Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.”
Mateo 24:28
El Espíritu Santo nos da testimonio que en esta nueva fase “Oceánica” ya no podremos apuntar a un rio en específico (denominación o inter-denominación); sino que las Iglesias tradicionales como las conocemos, en el siglo 21 se están moviendo más y más a un movimiento nuevo de gloria donde mas y mas estan dispuestos a dejar atrás las estructuras, los nombres y las posiciones como los rios dejan su cauce para desembocar al oceano de la globalización del siglo 21 o consecuentemente desaparecerán.
Un testimonio de esta verdad irrefutable, es que más y más estamos viendo que muchas de las Iglesias Nominales conocidas como tradicionales y contemporáneas están removiendo sus logos, sus símbolos, sus nombres denominaciones para separarse del bagaje que estos nombres traen por años después de la última reforma protestante. Ellos no quieren ya más ser relacionados con esa historia; ellos quieren como David alcanzar la nueva generación del siglo 21 y por tanto es necesario dejar atrás la vieja armadura de Saul y tomar la nueva entregada por Dios para seguir arrancandole la cabeza a los gigantes sociales de hoy en la lucha por las almas que pertenecen a nuestro Senor Jesucristo.